
Madrugada, hora cero, resucito en tinieblas y espero, mientras oigo el rocío caer allá lejos al amanecer.
Madrugada de cenizas por afuera la noche agoniza y retumba un oscuro tambor en el fondo de mi corazón.
Alba de olvido, vuelvo quizás de un país entre sueños perdido donde siempre me quieres hablar con las mismas palabras del mar..
Adios a una grande... Sin palabras
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