Ilusión o Realidad?

Es hora de perder la ilusión para enfrentar la realidad? No podría una cuota de ilusion ayudarnos a superar esa realidad?

Porque estos dos términos tienen que estar distanciados?

Perder la ilusión significa convertirse en alguien pesimista? O simplemente ver las cosas como son, ver la realidad. Pero entonces, la ilusión nos obstaculiza ver la realidad? La ilusión es una mentira? Es un espejo de lo real? Acaso no podríamos estar ilusionados en creer que algo ocurrirá, aun sabiendo que es casi imposible? ...

Esa fuerza que mantiene vivo nuestro ser, esas ganas de luchar, por querer lograr nuestros objetivos, no es un efecto de la ilusión? O es la resignación de ver la realidad y enfrentarla?

Que nos da mas fuerzas para seguir? Por que tenemos que dejar de lado un sentimiento para llegar a otro? Por que no podemos utilizarlo como medida para alcanzar esa verdad?

Estar ilusionado no es tener los ojos cerrados, no es escapar a otro mundo, no es crear otra realidad. Es tener esperanza, ver la mitad del vaso lleno.

No abusar, ni de una cosa ni de otra. Todo exceso es malo. Pero no veo el motivo de desprendernos de algo que nos da fuerzas para ver el mundo que tenemos delante de nuestros ojos.

Lo real, es real. No va a cambiar. Depende de cada uno como queramos mirarlo o enfrentarlo.

No siempre la realidad es mala como para crear un mundo de ilusiones. No siempre la realidad es tan buena como para dejar esa ilusión de lado. Tenemos que aprender a enfrentar los obstáculos que se nos presentan.

Aceptar una desilusión, no por ilusa, sino por reglas que hay en la vida, las cuales hay que ir superando.

No porque algo o alguien me halla fallado voy a dejar totalmente de lado ese camino para tomar otro. Voy a tener la ilusión de que el destino tiene algo mejor preparado para mi, siguiendo mi rumbo al cual siempre pertenecí.

A veces nos equivocamos, a veces acertamos, pero no es por exceso o falta de ilusión que nos pasa. Son las reglas del juego y tenemos que aprender a que luego de una caída, enfrentar la realidad y seguir jugando es nuestro deber. Y no nos va a doler mas o menos porque hallamos tenido una cuota de ilusión. Ocurre, porque simplemente tiene que ser así.